Juro que no paro de sorprenderme cuándo cosas que pienso, ya sea en forma de chiste, como un pensamiento fugaz, o con una verdadera intención, suceden. Puede sonar muy exagerado para algunos, o muy difícil para otros, pero si observamos realmente, con detenimiento cada pensamiento y luego somos lo suficientemente capaces de observar la relación con lo que sucede luego en el afuera, se convierte en algo inevitablemente visible. Eso permite la práctica y perfeccionamiento futuro. Cuánto más lo observamos, más comprendemos su funcionamiento, por ende más podemos enfocarlo correctamente. Atraer cosas más específicas y en menor tiempo.
Lleva mucho trabajo fino, y no es algo a corto plazo. Es de ese tipo de trabajos personales que puede que no veas resultados instantáneos ni exactos, ya que requieren de una mente libre de exigencias y dispuesta a cambiar su postura en caso de ser necesario. Reconocer que podemos estar equivocados y acceder rápidamente a modificar una creencia, es vital. Muchas veces nos cuesta más de lo necesario, asumir que no teníamos la razón en algo, que no lo sabíamos todo. Nos genera una mezcla de sentimientos de resistencia, de angustia, de vergüenza, de humillación, de terquedad, entre otros miles de tantos., No digo que esté mal permitirnos sentir cada uno de ellos, sino que podría llevarnos menos tiempo entre uno y otro hasta llegar al sentimiento de disfrute y comprensión de una situación.
¿Por qué hago incapié en esto? Porque la "Ley de Atracción" remarca el pensamiento + la intención. Es una combinación entre el poder del pensamiento y el poder de las emociones lo que termina realmente decretando. Por esto mismo, cuánto más finos estemos en observar nuestros pensamientos y reconocer, transitar y liberar nuestras emociones, más rápido y efectivamente, atraeremos aquello que intencionamos.
Intencionar se refiere, al menos para mí, justamente al accionar desde la intención, y ésta siempre debe ser positiva. Eso aumenta la velocidad, la calidad, y sobre todo, la chance de recibir algo positivo también. Debemos saber que, como todo, hay opuestos también en las vibraciones de cada palabra. Hay palabras que vibran alto, y atraen cosas positivas; otras que vibran bajo y atraen cosas negativas.
Las palabras y emociones del agradecimiento, reconocimiento, libertad, amor, salud, fortuna, abundancia, merecimiento, etc vibran alto y atraen cosas buenas, acordes a ellas. Por otro lado pensamientos y sentimientos de carencia, de no merecimiento, de "me falta", "no tengo", "no puedo", quejas, exigencias, enojos, caprichos, discriminación, etc atraen cosas de bajas frecuencias, como accidentes, enfermedades, estancamientos, depresiones, violencia, etc.
Analizando esos puntos en diferentes etapas de mi vida, hoy creo que logré llegar a una comprensión básica de cómo funciona, de qué tipo de palabras debería o no utilizar al momento de manifestar, ser consciente desde dónde estoy queriendo hacerlo, atrás de qué emoción viene, para qué estoy intencionando, y sobre todo, que sea beneficioso para mí, e inofensivo o beneficioso para otros también. Estar siempre abierta a recibir lo que el Universo considere que merezco, al fin y al cabo lo que sea que llegue, me estará ayudando a reconocer hacia dónde estoy dirigiendo mi energía, dónde está mi atención. Solamente ahí podré corregirla si lo deseo.
Siempre tenemos la posibilidad de elegir si tomarlo o dejarlo, Generalmente lo que se nos brinda nunca es "incorrecto", porque cada acción que tomamos viene seguida de un pensamiento previo, y lo que llega es a partir de la energía que emanamos (pensamiento + intención = acción).
La clave la entiendo en, observar qué energía emanamos, para poder apuntar y acertar más específica y precisamente.
Simplemente se basa en ser específicos, no darle tanta vuelta a los pensamientos, a las infinitas posibilidades, a los infinitos casos posibles, y a las emociones, desde dónde, hacia dónde y para qué estamos dirigiendo nuestra energía. ¿Viene desde un sentimiento de carencia, de "lo necesito, lo quiero, no lo tengo aún" o desde un sentimiento de merecimiento "elijo más, puedo, merezco, recibo". ?
¿Qué queres realmente? Corto, sencillo, práctico. ¿Para qué? ¿Crees merecerlo? ¿Vas a estar dispuesto a aceptarlo de la forma y en el tiempo que la vida decida traerlo? ¿Vas a saber reconocerlo fuera de tus propias exigencias y expectativas? ¿Vas a saber esperarlo, sin querer controlar, apresurar, frustrarte, enojarte, dudar, desconfiar? ¿Vas a buscarle/encontrarle el defecto e intentar cambiarlo? ¿O vas a recibirlo tal cual es y soltarlo sin apego cuándo llegue el momento en que se transforme o se disuelva? Porque todo está en constante cambio y transformación, nada dura eternamente...